Con la creación del Fondo de Transición Nuclear, nos enfrentamos a un desafío y una oportunidad únicos para abordar el impacto económico y social del cierre progresivo de las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs, previsto entre 2030 y 2035.
Este fondo se financia con el impuesto sobre la producción de energía nuclear establecido por la ley 12/2014.
El Parlamento aprobó una ley en diciembre de 2022 que incrementa hasta el 50% la cantidad destinada a este fondo, beneficiando a los municipios en un radio de 30 kilómetros alrededor de las centrales. Con una recaudación del impuesto cercana a los 155 millones de euros, el Fondo de Transición Nuclear marca un precedente en el uso de recursos fiscales para la reinversión en el desarrollo local.
Para 2023, este apoyo se ha iniciado con una aportación de 174.000 euros para cada uno de los 96 municipios implicados. Sin embargo, para cumplir con los objetivos del Fondo, es necesario aprobar el reglamento y emitir las convocatorias correspondientes. Según establece la ley, estas convocatorias deben fomentar la reindustrialización, la transición energética, el desarrollo agroalimentario, el turismo, las nuevas tecnologías y el sector público. Para alcanzar estos objetivos, el Fondo prevé la distribución de 60 millones de euros anuales a partir de 2024, destinados a proyectos públicos y privados alineados con las líneas de actuación prioritarias.
Esta estrategia busca no solo compensar los empleos perdidos por el cierre de las centrales nucleares, sino también crear nuevas oportunidades que puedan llevar a un crecimiento a largo plazo, con un enfoque especial en proyectos que generen empleo cualificado y sostenible. Consideramos un impulso a la reindustrialización como herramienta para la transición económica de las zonas afectadas.
Además, la compatibilidad de las ayudas del Fondo de Transición Nuclear con otras formas de apoyo financiero abre la puerta a un efecto multiplicador donde la inversión del fondo puede complementarse con otros recursos para maximizar el impacto en el desarrollo territorial. Esta necesidad de impulsar la reindustrialización, junto con la creación de nuevos empleos cualificados, se integra en una estrategia más amplia de diversificación económica.
Como líneas prioritarias, también establecidas por ley, se incluyen proyectos en turismo, nuevas tecnologías y el sector agroalimentario. Aquí, el sector privado local y las pymes, cooperativas y grupos empresariales, con el apoyo de los Ayuntamientos, deben desempeñar un papel clave y aprovechar la oportunidad que el Fondo nos ofrece.
No dudes en solicitar información para estudiar tu proyecto y aprovechar esta subvención, así como otras ayudas disponibles.
Joan Martí Masdeu, abogado colegiado 301, integrante de la Oficina Técnica de Subvenciones (O.T.S).